Batalla Entre Dos Recompenzas

Todos los días libramos en varias ocasiones una batalla entre dos recompenzas. La recompenza inmediata o la recompenza a largo plazo. La primera no es tan atractiva como la de largo plazo, sin embargo es la que tiene la mayor probabilidad de ganar xq tiene el incentivo de recibir la gratificación instantaneamente.

Si logramos identificar estas pequeñas batallas tendremos mayor posibilidad de optar por el beneficio mayor. Con unos ejemplos quedará más claro.

Estas en la fiesta de fin de año, haces tus propósitos y estás determinado a hacer ejercicio. Sabes que será dificil ya que tendrás que levantarte a las 5:30 para llegar al gimnasio a las 6am, hacer ejercicio bañarte, tal vez desayunar y llegar a tu trabajo a las 9AM. Pero no te importa, sabes que el esfuerzo lo vale, dentro de unos meses bajarás la panza, te verás más atlético y segúramente en 1 año tendrás el abdomen muy bien marcado, en otras palabras serás muy atractiv@

Suenan las campanadas, !Feliz año nuevo!, pasan todos a la mesa para iniciar esta nueva etapa, …sin embargo inicias con el pecado de la gula. No importa, iniciarás el gimnasio el 2 de enero, después de todo estarás desvelado.

2 de enero. Suena tu despertador a las 5:30AM, e inicia la primera batalla.
Recompenza No. 1.(inmediata). Dormir un ratito más.
Recompenza No. 2(largo plazo). Cuerpo Atlético, ser un persona muy atractiva.

Decides posponer la alarma 10 minutos. 1a batalla perdida. 10 minutos después vuelve a sonar. Creo q no es necesario decir que sucede en esta segunda batalla, tú sabes cuantas veces eliges la gratificación instantanea.

Otro caso común. Has decidido alimentarte mejor, dejar el pan dulce, comer más verduras, etc. 1er día, tu comida es tan balanceada que hasta ensalada tiene. Cambiaste tu refresco por agua sola. Tu forma de caminar es diferente te sientes seguro, crees que tu cuerpo ya refleja los beneficios – Es tu primer día comiendo así, obvio nadie lo nota solo tu imaginación. Ese día tienes que salir tarde del trabajo, regresas a casa con mucho estrés y en la mesa hay una dona de chocolate. Déjame decirte que si tuviste un día de mucho trabajo y estas agotado mentalmente vas a perder, de hecho pruebalo, ve a la tienda en la noche después de un día de mucho estrés y ve lo que compras.

Un último caso. Hablemos de un alcohólico. Seguramente has escuchado que el alcoholismo es una enfermedad, pero no creo q todos lo comprendan como tal. He escuchado incontables discusiones donde juzgan al individuo con comentarios como: “No entiende, ya le expliqué que se esta haciendo daño”, “Pues quiere seguir viviendo así”, “El pendejo ya se volvió a quedar sin trabajo y no entiende”, “Es un mentiroso, prometió que ya no iba a tomar”. La realidad es que si lo entiende, si quiere dejar de beber, quiere conservar su trabajo, pero no puede, cuando se enfrenta a la batalla, la gratificación instantanea gana.
Recompenza No. 1. Sensación de bienestar al beber.
Recompenza No. 2. Sobriedad y los beneficios que esto conlleva.

Si hemos logrado entender que todos hemos perdido en muchas ocasiones esta pelea, entonces será más fácil comprender al alcohólico. Primero debemos considerar que él ha desarrollado una compulsión por beber muy dificil de arrancar, en otras palabras ha perdido su fuerza de voluntad. Segundo, hay una explicación científica que podemos usar en nuestro beneficio, no solo para las adicciones, para nuestras metas, como el caso de la alimentación, el gimnasio, proyectos, etc.

Imagina q vivieras muchas generaciones atrás. Tu prioridad sería encontrar alimento, reproducirte y evitar ser el alimento de otras especies. Reproducirte y evitar ser alimento lo solucionamos al ser sociables, formamos comunidades y como grupo nos protegimos de ataques tanto de animales como de otros grupos, y de esta manera ideamos mejores maneras de encontrar alimentos, pero esto nos generó otra actividad prioritaria: “No enojar a nuestra comunidad”. Por ejemplo: No acostarnos con la pareja de alguien más, compartir la comida, no cagar en cualquier lugar –Suena obvio pero no lo era, incluso en esa actividad cotidiana hay una batalla de recompenzas que hoy quiero suponer que está superada por todos, pero imaginemos esa epoca. Comiste mucho y necesitas evacuar lo que el cuerpo ya no necesita: Acción 1 con recompenza 1. Evacuar al instante y obtener la satisfacción que todos conocemos al desechar lo que el cuerpo no necesita y no tener dolores estomacales Acción 2 con recompenza 2.- Aguantar e ir a un lugar lejano donde los olores no molesten a nadie, y conservar la reputación y amistad.

Muy probablemente la recompenza inmediata ganó muchas veces hasta que a través del aprendizaje se desarrolló un autocontrol específico para esa actividad. El resultado después de muchas generaciones es el desarrollo de la corteza prefrontal, encargada de ayudarte a realizar la actividad difícil cuando es más fácil seguir en la cama.

Tenemos 2 mentes independientes que en ocaciones no estan de acuerdo y una tiene que tomar el control. Una de ellas es impulsiva y la necesitamos. Imagina que estas en un restaurante, repentinamente escuchas gritos y balazos, en ese momento la mente impulsiva toma el control, abres muy bien los ojos instintivamente para identificar el peligro, al mismo tiempo tu boca se abre ligeramente y tomas aire, estas listo para una acción y sin pensarlo estas agachado en el suelo para evitar que alguna bala perdida te golpee. La otra mente es moderada. Pasas por una tienda de ropa y vez un letrero que dice 50% de descuento, la mente impulsiva esta lista para hacer la compra, pero la mente moderada toma el control y te dice, no necesitas más ropa, además a pesar del descuento es un gasto muy grande.

¿Qué hacemos para que la mente impulsiva no entorpezca nuestras metas a largo plazo? No es una tarea sencilla, pero los pasos son muy simples. Hay que generar habitos poco a poco, si intentamos cambiar muchas cosas a la vez nos agotamos y no lo lograremos. Mi recomendación es un habito a la vez.

Si quieren leer más de este tema, les recomiendo que lean Autocontrol de Kelly McGonigal.

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